Puede ser una opción tentadora por la ausencia de intermediarios y, por tanto, por el posible ahorro de complicaciones, tarifas añadidas o incluso, aparentemente, de tiempo. Sin embargo no es oro todo lo que reluce y, si bien alquilar una vivienda directamente al dueño, tiene sus ventajas, la gestión de una mediación inmobiliaria suele ser especialmente recomendable. Veamos por qué…
Arrendar una propiedad prescindiendo de cualquier agente negociador, como puede ser una agencia, permite librarse de ciertos gastos asociados a los servicios de terceros. De hecho, es una realidad la existencia de cada vez un mayor número de herramientas online que agilizan la puesta en contacto con los propietarios de las casas y la tramitación del alquiler. Espacios virtuales donde se concentran las ofertas, se visualizan los pisos con todo detalle y se pactan determinadas condiciones antes de pasar a la firma y documentación del contrato.
Ahora bien, el ahorro que se obtiene por un lado se contrapone con una serie de complejidades por el otro. Y es que es necesario no solo contar con una adecuada competencia negociadora para alcanzar acuerdos satisfactorios sino saber superar los “tiras y aflojas” propios de cualquier trato. También es importante disponer de una “buena vista”, en términos inmobiliarios, para reconocer el verdadero estado de una vivienda y sus posibles defectos a corto, medio y largo plazo. Por lo general, los arrendadores que han invertido una suma importante de dinero en el apartamento serán más receptivos a responsabilizarse de las reparaciones y mantenimiento que aquellos que cuentan con más propiedades en alquiler.
Los tiempos que se suelen manejar en este tipo de operaciones directas pueden ser más cortos que en el caso de la gestión con intermediarios. Pero solo a priori, porque si la agencia ofrece un servicio verdaderamente ágil no existe apenas diferencia. Tampoco el proceso directo tiene por qué ser más personalizado ni por qué facilitar la elección de inquilinos porque, una vez más, un buen servicio inmobiliario debería hacerse cargo de todo y teniendo siempre en cuenta las preferencias personales de ambas partes.
Contar con respaldo de una empresa competente significa lograr el mismo resultado (la casa ideal) sin esfuerzo ni inversión de un tiempo que, por lo general, a nadie le sobra. Y además con todos los recursos técnicos a disposición para alcanzar el mejor acuerdo posible. Por otro lado, no es nada desdeñable poder afrontar posibles problemas legales, de los que nadie está exento, con el apoyo de profesionales expertos. Tanto si la propiedad como el arrendatario actúan de forma abusiva, la necesidad de una ayuda cualificada se hace realmente imprescindible.
Fuente: idealista,renovalia, lainformación.
Inmobiliaria Roberto Beloki encontrarás expertos con una dilatada experiencia en el sector y recomendaciones personalizadas para que no tengas una casa, sino la casa de tus sueños. No te conformes con menos.