Comprar una casa implica una serie de responsabilidades económicas que abarcan, no solo el cumplimiento de las cuotas de la hipoteca sino otro tipo de desembolsos específicos de la operación inmobiliaria. Y, dado que no son pocos, resulta más que recomendable actuar con previsión y ser muy conscientes, desde el inicio, que la adquisición de una vivienda entraña un amplio repertorio de gastos. Pero ¿cuáles son exactamente?
La mayor parte de los costes no hipotecarios tienen relación con la escrituración de la transmisión de la propiedad. En concreto, hacen referencia a la escrituración pública en notaría (aranceles + copias necesarias), la inscripción en el Registro de la Propiedad, los honorarios de la agencia inmobiliaria que se ocupa de la tramitación de la escritura y de la hipoteca y los impuestos o tributos autonómicos o estatales asociados a la compraventa del inmueble a parte de los gastos derivados de la propia constitución de la hipoteca en caso de requerir financiación.
El compromiso económico queda distribuido únicamente entre el comprador y el vendedor ya que la entidad bancaria, más allá del préstamo, no interviene en ningún momento del proceso. Por una parte, el comprador debe asumir el pago del IVA e IAJD o ITP (dependiendo de si el inmueble es nuevo o de segunda mano), los gastos de escrituración y aranceles derivados, la parte correspondiente de la minuta de la agencia y el importe de la vivienda. Por su parte, el vendedor se debe ocupar del IVTNU o plusvalía municipal (si procede), la parte correspondiente de la minuta de la agencia y los gastos de cancelación de su hipoteca si es que existía antes de su venta.
Ambos pueden, además, realizar pactos específicos entre ellos como la reserva de compra. Este tipo de acuerdos inmobiliarios permiten al comprador entregar una cantidad de dinero a cambio de la exclusividad sobre la vivienda durante un período determinado. Implica, además, que asume el compromiso de materializar la intención de compra declarada ya que, de no hacerlo, la suma de dinero que haya podido transferir como reserva queda en manos del vendedor sin posibilidad de devolución. La formalización de este arreglo puede llevarse a cabo de diversas maneras aunque se recomienda proceder siempre ante notaría para ofrecer garantías legales a ambas partes.
No obstante, ante la duda es mejor consultar a los profesionales inmobiliarios para evitar problemas y poder realizar la compraventa con total tranquilidad. Inmobiliaria Roberto Beloki: expertos con una dilatada experiencia en el sector y recomendaciones personalizadas para realizar gestiones de éxito. Menos preocupaciones, más soluciones.
Fuente: helpmycash.